Descripción:
El diseño de nuevos arreglos institucionales para mejorar el funcionamiento de la democracia representativa es una de las áreas más interesantes de la teoría democrática contemporánea. Pero el núcleo institucional de esta forma de gobierno, en concreto las elecciones libres con sufragio universal, normalmente se considera intocable. Para la mayor parte de los teóricos de la democracia, cualquier innovación institucional que contravenga el principio de una persona, un voto sería injustifcable. Pero esto se asume como un dogma, sin que exista un argumento filosófico robusto de por medio. En este artículo argumento que el dogma no se sostiene: existe por lo menos una alternativa al sufragio universal que había escapado a la imaginación de los teóricos de la democracia la llamo sufragio por lotería cuya adopción sería moralmente aceptable, por lo menos en ciertas circunstancias reales, a pesar de que dejaría fuera del electorado a la gran mayoría de la población. Mi objetivo no es promover la adopción de este sistema, sino simplemente demostrar que una de las convicciones más arraigadas entre los defensores de la democracia moderna carece de fundamento: la idea de que votar es un derecho humano.