Descripción:
Este artículo explora la reciente hipótesis de la existencia de una demanda moral hacia los políticos en México. Se parte de estudios y estadísticas en torno al descontento social al respecto, y se anticipa cómo la moral es valiosa pero vulnerable, y que su trasgresión genera animadversión. Metodológicamente, el trabajo se apoya en la teoría durkhemiana, entrevistas y una encuesta. Se concluye que como los gobernantes son figuras públicas y electas, se constituyen en objeto de intenso escrutinio moral, más allá de sus funciones oficiales dictadas por ley.