Resumen:
A partir de los años ochenta, ha estado vigente en México un modelo económico que no ha podido impulsar un crecimiento económico sostenido. Las medidas tomadas por el gobierno, que supuestamente conducirían a la senda del desarrollo, se convirtieron en su contrario. Los cambios impuestos por la nueva política, como la apertura de fronteras, la venta de las empresas paraestatales, la reducción de la inversión pública, la reestructuración productiva, mostraron escasa contribución al crecimiento y a la mejora del nivel de vida de la población.