Descripción:
La mayor parte de los países latinoamericanos han optado por la descentralización como una alternativa para mejorar los niveles de eficacia, eficiencia y legitimidad en la administración pública. Estos cambios han determinado modificaciones en la estructura del Estado, marcado cambios fundamentales en el funcionamiento del aparato gubernamental y las formas de interacción entre sus diferentes instancias. En Bolivia, el proceso de descentralización, indisolublemente asociado a la municipalización, enfrenta la necesidad de importantes ajustes, principalmente en lo relacionado con los niveles intermedios de gobierno que, como articuladores de las políticas públicas locales y nacionales, han demostrado notables debilidades.