Resumen:
Durante 2010, los conflictos relacionados con la industria minera se recrudecieron y amenazan con intensificarse durante 2011. Las actividades mineras significan impactos sociales y ambientales en las zonas en donde se desarrollan, representan riesgos para los trabajadores de esta industria1 y también resultan en una creciente violación a los derechos de quienes se oponen a estas actividades. Durante 2010, los reclamos sociales y ambientales fueron convertidos en amenazas por lo que desencadenaron demandas civiles y penales. El disenso, la oposición, la defensa de las tierras y territorios fueron transformados en crímenes. Así, los miembros de comunidades y líderes sociales tuvieron que concentrarse en la defensa legal contra acusaciones diversas e inclusive en varios casos se han visto obligados a silenciar su voz o a esconderse por temor.