Resumen:
El despliegue de actividades en el campo social, cultural y político de organizaciones privadas sin fines de lucro -lo que hoy suele llamarse el "tercer sector"-, es un fenómeno de larga data en la historia argentina. Aún desde antes de la formación del Estado nacional, pero con mucho mayor importancia a partir de la primer mitad del siglo XIX, existieron entidades privadas de diferentes tipos que compartían el no poseer ánimos de lucro y el perseguir propósitos de bien público. Ellas que intervinieron decididamente en la estructuración de las políticas culturales, asistenciales y sociales. Y, aunque con menor notoriedad -pero con similar eficacia-, actuaron también como "lobbistas" de intereses políticos frente a los poderes públicos.