Descripción:
En la literatura se ha puesto poco énfasis a la interacción entre la segregación residencial y la calidad de la urbanización. Este artículo explora la relación que existe entre la estructura urbana (entendida como el conjunto de áreas diferenciadas entre sí por sus tipologías edilicias y servicios urbanísticos) y la segregación residencial (entendida como la distribución geográfica de grupos socioeconómicos diferentes). Los resultados sugieren que existe una concomitancia, aunque no lineal, entre el nivel de cualificación urbanística y la segregación. Así, las zonas con servicios urbanos aceptables poseen la mayor diversidad de grupos socioeconómicos y socioeducativos. Muy por el contrario, las zonas marginadas de dichos servicios no sólo están infradiversificadas, sino también, son el escenario en el cual se potencian los fenómenos de hípersegregación, detectados a través de técnicas espaciales LISA. El trabajo finaliza indicando algunas acciones sectoriales que podrían coadyuvar a fortalecer la cohesión urbana.