Descripción:
En este artículo se aborda la influencia que el proceso de transición demográfica ha ejercido sobre el ámbito de la formación de las familias. México y Japón ejemplifican la reorganización que ha venido experimentado el curso de vida de las mujeres: se ha retrasado la edad a la primera unión conyugal y abreviado el tiempo de formación de la descendencia; también se ha prolongado la etapa de escolarización de los hijos y el tiempo de convivencia con la pareja después de la jubilación. Además, se analizan los indicadores de nupcialidad de algunos países desarrollados y de América Latina, en los cuales se observa el incremento de las uniones libres, de los divorcios y de los hijos fuera de matrimonio. La revisión efectuada sitúa a México como un país al final de su transición demográfica, donde los cambios no alcanzan todavía los niveles de los países desarrollados.