Resumen:
Desde estudiante Marx se había habituado como mera técnica de trabajo intelectual -pero perfectamente articulable posteriormente a su vida de exiliado sin biblioteca propia: sea por los traslados, sea por la falta de recursos económicos-, a sacar apuntes, copiar textos, hacer anotaciones en cuadernillos, a veces de muy pocas páginas, o verdaderos cuadernos, que alcanzan a constituir obras importantes, como los 23 cuadernos de los llamados Manuscritos de 1861-1863, con millar y medio de hojas. Uno de esos cuadernos de apuntes es el que tiene el número B56, en el Instituto Internacional de Historia Social de Amsterdam, del Legado Marx-Engels. Marx dejó más de ciento ochenta cuadernos, del que nos ocupamos, el B 56, tenía en la numeración de Marx el número XVII.