Resumen:
Ninguna de las civilizaciones que estudiaremos en este capítulo se distinguieron ─y si hubo alguna fue en sus comienzos, los Acadios, Babilónicos y Asirios─ por su objetivaciones materiales. En cambio, estos pueblos semitas serán realmente inigualables al nivel del ethos y del núcleo mítico-ontológico, transformando radicalmente el sentido, las actitudes, los últimos valores de las civilizaciones con las cuales les tocará vivir y convivir. Tenemos conciencia de proponer una nueva interpretación de estos fenómenos. Ninguna exposición de las Historias Universales que hemos indicado hasta ahora en esta obra tiene en cuenta esta división que queremos justificar aquí.