Descripción:
A partir del análisis de fuentes hemerográficas y de una serie de fotografías, este texto discute el mercado del retrato fotográfico de Tabasco durante el porfiriato. Se demuestra la existencia de numerosos retratistas entre 1880 y 1910 y se replantea el papel de Manuel de la Flor, considerado un retratista célebre con cierta hegemonía en el mercado. Sin embargo, De la Flor se preocupó por la competencia y adaptó estrategias para intentar mantener el control del mercado del retrato fotográfico. Tabasco tuvo dinámicas de producción y consumo complejas, pues el público se retrató con distintos fotógrafos que apenas empezamos a conocer.