Descripción:
Las revoluciones europeas de 1848 inquietaron a grandes sectores de la clase política mexicana, pues fueron percibidas como un peligro para el orden social. Asimismo, en esos años, conflictos regionales como la guerra de castas y la rebelión en la Sierra Gorda amenazaban con trascender al ámbito nacional. Las autoridades guanajuatenses trataron vehementemente de impulsar acciones de índole política y económica para controlar a la población serrana. El artículo aborda el proyecto para la construcción de un presidio en la población serrana de Atargea, el cual, además de desincentivar potenciales brotes de violencia, buscaría reactivar a la industria minera de la región.