Resumen:
Comparto con ustedes, adultos mediadores -familia, docentes, dadores de lecturas en bibliotecas, ferias y centros culturales- la alegría de este libro hecho de niñez: por y para niños y niñas. Se trata de una colección de relatos breves en los que la inspiración, el motor narrativo, arranca en algún artículo, siempre citado, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esta explicitación que, desde mi experiencia, podría de antemano haber obturado la potencia del juego, los múltiples sentidos de la escritura creativa infantil, lejos de hacerlo, invitó a la exploración –sin duda, gozosa- del lenguaje como vehículo privilegiado para la comunicación de planteos profundamente humanos -con lo que ello tiene de eterno- en concreciones muy realistas, por sus contextos o por sus anécdotas -con lo que ello tiene de actual- al tiempo que hace gala de ingenio con las perspicaces delicias de un español particular, el que hablamos y escribimos en esta región inquietante de América del Sur.