Resumen:
Esta publicación del Centro de Estudios Internacionales y de la Iniciativa Internacional sobre la Corrupción y Gobernabilidad, parte de la necesidad de no sujetar el juicio moral a la determinación jurídica, sin negar la importancia de esta misma. Planteamos que la corrupción no es solamente, ni primordialmente, asunto de individuos, culturas, gobiernos o países. Es un asunto de poder que a su vez impone y promueve definiciones e incluso “luchas” y “estrategias” relativas a concepción que, de paso, no involucran ni cuestionan las estructuras del mega-poder. Es decir, del poder que incluso define sistemas, instituciones, leyes y procedimientos de alcance global y nacional, legalizando la gran corrupción o haciéndola aparecer como un derecho y atributo inherente a lo que suele llamarse la “globalización”.