Descripción:
En este artículo se muestra la manera en que aspectos aparentemente insignificantes y fortuitos de la cotidianidad, como las miradas, el olor de los otros, el sabor de la comida, los contactos corporales o el sonido de la música, pueden ser sumamente relevantes desde una perspectiva sociológica. Con ello se pretende retomar la fenomenología sensible esbozada por Georg Simmel y establecer la pertinencia y alcances del análisis sociológico de la sensibilidad, particularmente de los ¿sentidos corporales¿. Así, se recuperará la categoría simmeliana de ¿proximidad sensible¿ para delimitar una dimensión analítica de las interacciones sociales, a saber, la construcción y efectos recíprocos de la sensibilidad. Del mismo modo, se establecen las limitaciones a las que una mirada clásica se enfrenta en el marco de la sociología y de otros campos que han abordado el análisis social de la sensibilidad.