La investigación se propone la preparación de pellets a partir de quitina extraída de los exoesqueletos de los langostinos y las valvas de las conchas de abanico, con goma de tara. Estos pellets adsorberán los contaminantes (Cu, Pb y Zn) presentes en el agua de piscigranjas del departamento de Junín, donde se desarrollará el proyecto. Los pellets se colocarán a manera de filtros de agua para la adsorción de contaminantes antes de que entren en contacto con las truchas. De esta manera, se mejorará la calidad del agua de las piscigranjas, con la consecuente producción de mejores truchas para el consumo humano.