El artículo recorre las trayectorias históricas de la formación de la europeidad, poniendo el foco en la tensión entre lo europeo y lo no europeo como clave interpretativa, a fin de dar cuenta de una reformulación identitaria eminentemente cambiante y aún hoy inacabada. Toma distancia de los prejuicios etnocéntricos de carácter europeo y reexamina la época Moderna - el descubrimiento de América, las conquistas, la progresiva secularización, la forja de categorías raciales, el dominio de la información sobre otros pueblos, las ideas de civilización y de universalidad de los derechos del hombre- para analizar las andanzas de Europa a escala global.