Descripción:
El presente artículo reflexiona en torno al discurso de construir una nación homogénea mediante la educación popular en Chile entre los años 1840 y 1860. En Chile, las élites se propusieron –mirando realidades externas a las locales- la confección de una nación homogénea, principalmente mediante dos dimensiones. Primero, se propusieron establecer una temporalidad común, homologando a la sociedad en una nueva era, moderna y civilizada, para luego –aquí la segunda dimensión- homogeneizarla a modo de organismo, sometiendo a cada sector social a un puesto asignado por su condición socio-económica. Las élites intentaron transformar y homogeneizar las múltiples, diversas y diseminadas experiencias de los sectores populares, para así establecer una única “lectura” de la nación, eliminando otras interpretaciones, a fin de ejercer una dominación global sobre la misma.