Descripción:
En 1915 la construcción de la Casa Spera en los contrafuertes de la Catedral generó uno de los primeros debates en torno a la protección de un edificio de valor patrimonial en Uruguay. La posibilidad de expropiar el predio para proteger a la iglesia Matriz movilizó a la sociedad civil: un comité reunió fondos para la expropiación, la prensa reflejó y alimentó la polémica, y la naciente Sociedad de Arquitectos asumió un rol clave. En el Parlamento se discutieron tres proyectos de ley que con matices justificaban la expropiación. Este artículo indaga los argumentos sostenidos en aquel debate parlamentario, permeado por el espíritu anticlerical del primer batllismo. Presenta los juicios disímiles respecto al valor patrimonial —estético e histórico— de la Catedral, y sobre la relación entre ese templo, representativo de la fe católica y el pasado colonial, y la identidad nacional.