Las peculiares características de nuestras sociedades contemporáneas, donde el papel del conocimiento es central, exigen que las autoridades educativas y los educadores en su conjunto enfrenten el desafío de reconstruir el modelo educativo tradicional, sobre todo a nivel universitario. Estos escenarios reclaman nuevos perfiles profesionales basados en la autonomía, el manejo flexible del conocimiento, la toma de decisiones, la capacidad de trabajo en equipo, la creatividad y la predisposición hacia la formación permanente. Las universidades se ven enfrentadas a la reformulación de sus programas de estudio, a diversificar las metodologías de enseñanza y a incorporar nuevos contenidos, tales como la actitud científica, la ética profesional, la responsabilidad social, la solidaridad, el respeto por la diversidad,la creatividad. Así, el profesorado universitario está siendo interpelado por situaciones de enseñanza cada vez más complejas, dado el creciente acceso a la universidad de poblaciones de jóvenes provenientes de ambientes sociales y culturales cada vez más diversos, con formaciones, expectativas e intereses muy variados. Se hace necesario implementar propuestas de formación didáctica, específicas para los profesores universitarios, basadas en procesos de observación de los sucesos que ocurren en el aula y que generen análisis y reflexión en comunidades de pares, apoyados en materiales teóricos.