Resumen:
El proceso creciente de integración femenina a la complejidad contemporánea de las relaciones sociales e institucionales imperantes constituye una tendencia mundial durante las últimas décadas, sobre todo en las llamadas regiones centrales, es decir aquellas con mayor desarrollo económico-productivo y comparativamente mayor difusión del bienestar en el conjunto de los estratos sociales que en ellas residen.