La obra de Chartier presenta la relación entre hacer historia y reflexionar sobre ella. El autor va explicitando sus criterios de verdad, lo cual significa que él sabe que los enunciados del historiador deben ser sometidos a la discusión. Al estudiar los distintos soportes de la comunicación, el autor expone cómo cada uno de ellos construye su relación con lo real. Chartier muestra que la paradoja del historiador es la de unir el discurso con eso que no es él: lo real. En estas páginas el autor va del Siglo de Oro español, pasando por el siglo XVIII francés, al siglo XX al repensar la obra de Braudel y la de Ricoeur .