Resumen:
Cuando este texto sea publicado (lo escribo en julio de 2009), tal vez las tecnologías de las que estoy hablando sean, para muchos lectores y lectoras, generaciones pasadas. Pero lo cierto es que hablo desde el tercer mundo. Desde una ciudad como Bogotá, donde si bien muchos niños, niñas y jóvenes están en medio de las tecnologías de punta, una gran mayoría todavía juega en consolas de alquiler o conserva su game-boy, y tienen un celular con cámara e infrarojo, pero sin video-llamada y sin conexión a Internet.