Resumen:
El sistema capitalista, colonial y patriarcal en el que vivimos, es un sistema que nos orilla a creer constantemente que no existe la posibilidad de hacer la vida a nuestras propias formas. Este sistema de muerte, se cimienta y reproduce con el individualismo, consumismo, clasismo y racismo que nos habita, por eso, las prácticas comunales que nos han permitido sobrevivir como pueblos, parecen inservibles y obsoletas. Se siente imposible lograr su destrucción, pero lo encontrado en el relato de las mujeres de Mezcala, nos dice lo contrario, ahí, en sus historias, hay infinidad de prácticas y pensamientos anticoloniales y antipatriarcales que ya se hacen. Es necesario que en los movimientos, pueblos y colectivos que luchan por la vida y en contra del sistema capitalista colonial y patriarcal, deben de reflexionar y sobre todo ejercer prácticas que permitan desmontar al sistema que nos golpea. Construir una sociedad más justa, solidaria, compasiva y comunitaria, se nace cuando las compañeras avanzan en el largo camino emancipador de nosotras y de nuestros pueblos y organizaciones.