Resumen:
La mayor parte de los feminismos de los siglos XX y XXI han reflexionado sobre la política feminista más allá o en contra del Estado. Sin embargo, en la historia reciente, han reconocido el rol fundamental de esta institución en la conformación de ciudadanías plenas de mujeres y personas travesti trans, gays, lesbianas y queers. Este libro se encarga de rastrear en la teoría del Estado moderna la existencia de una posible armonía entre una
teoría masculinizada –pero no siempre fóbica frente a las demandas feministas y del colectivo LGBTIQ+– y una praxis que revela imaginarios transfeministas y –al mismo tiempo– proestatalistas. Así, se orienta a producir las bases argumentativas para un Estado feminista.