This article examines gender-based political violence in the context of the 2024-2027 Legislative Assembly elections in El Salvador, exploring how it differentially affects men and women. The initial hypothesis holds that this violence is based on gender stereotypes entrenched in society, reproducing established norms and roles. The methodology comprises a quantitative approach with a non-experimental design, utilizing a sample survey and complementary analysis of theory and media. The sample of 62 candidates reveals an unequal gender distribution within political parties, highlighting women's historical disadvantage in political representation. The motivations for entering politics show clear differences between men and women, highlighting the limiting influence of family obligations on women. Although no differences were found in the type of violence experienced by men and women, disparities were observed in the content of the attacks, with women facing symbolic violence, including from within their own parties. These findings underscore the need to address gender-based political violence to ensure equal participation of all people in politics, including those from the LGBTIQA+ community. El artículo examina la violencia política basada en género en el contexto de las elecciones para la Asamblea Legislativa de 2024-2027 en El Salvador, explorando cómo afecta de manera diferenciada a hombres y mujeres. La hipótesis inicial sostiene que esta violencia se basa en estereotipos de género arraigados en la sociedad, reproduciendo normas y roles establecidos. La metodología empleada comprende un enfoque cuantitativo con un diseño no experimental, utilizando una encuesta realizada con una muestra y el análisis complementario de teoría y medios de comunicación. La muestra de 62 personas candidatas revela una distribución desigual por género en los partidos políticos, evidenciando la histórica desventaja de las mujeres en la representación política. Las motivaciones para ingresar en política muestran diferencias marcadas entre hombres y mujeres, destacando la influencia limitante de las obligaciones familiares en las mujeres. Aunque no se encontraron diferencias en el tipo de violencia experimentada por hombres y mujeres, sí se observaron disparidades en el contenido de los ataques, con las mujeres enfrentando violencia simbólica, incluso proveniente de sus propios partidos. Estos hallazgos subrayan la necesidad de abordar la violencia política de género para garantizar la participación equitativa de todas las personas en la política, incluidas aquellas de la comunidad LGBTIQA+.