28 páginas
Las personas estamos en constante relación con el conocimiento (sujeto-objeto) de manera diversa en nuestra vida cotidiana. Intuitivamente, cuando quieres conocer algo pones en marcha una serie de pasos para saber qué o porqué se produce algo. Es más: el sólo hecho de plantear preguntas te sitúa en la posibilidad de extender las fronteras de lo nuevo o de lo conocido.
Eso quiere decir que, todos y todas, ¿hacemos epistemología, regularmente? Si lo decimos de manera general, probablemente sí; aunque si lo observas a la luz de las teorías y los debates que hay en torno a la epistemología, seguramente, alguien dirá que no alegando que se necesitan procedimientos rigurosos para diferenciar entre el conocimiento científico y el no-científico.