Descripción:
Existe en el Nuevo Testamento un conjunto epistolar de riquísima doctrina, que representa una auténtica herencia de la época apostólica y que describe los avatares a los que se vio sometida la naciente comunidad cristiana –problemas de interpretación de la doctrina transmitida por los Apóstoles, persecuciones por parte de los detractores de la nueva fe, tergiversaciones y contradictores al interior de las mismas Iglesias, entre otras-. Este conjunto de escritos, siete en total, recibe el nombre de Cartas Católicas.
La denominación de “católicas” se debe a que, en su mayoría, no tienen un destinatario particular, sino que están dirigidas a la generalidad de los cristianos, y es aquí, en esa característica de universalidad, donde radica su riqueza e importancia para el estudio bíblico y para la Teología. A pesar de sus diversos orígenes y temáticas, fueron reunidas en un sólo bloque para distinguirlas del epistolario paulino y resaltarlas como un legado importante de la iglesia primitiva.