Descripción:
Nuestro patriarcalismo contemporáneo -social, político y religioso sigue sin querer reconocer a la mujer de una manera práctica como persona pensante, capaz, autónoma y con igualdad de derechos... A la mujer y a su cuerpo se le ha confinado al espacio de lo privado, de lo comercial y de lo meramente genital, lo mismo que de lo peligroso, de lo pecaminoso y de lo impuro. Es urgente una relectura del cuerpo de la mujer. Queda aún pendiente la tarea de recrear una simbólica femenina que vaya al fondo de su verdadera esencia...