Resumen:
En los años 1980-1990 es cuando Neuquén define su perfil hidrocarburífero y completa su inserción en el mercado nacional. En este contexto, se da una tríada de problemas y contradicciones que están vinculados a nuestro objeto de estudio. Por un lado, desde el espacio local, algunos dirigentes consideran el agotamiento del modelo de crecimiento neuquino y comienzan a plantear la necesidad de diversificar la producción; en su totalidad es asumido por los políticos y gran parte de la sociedad neuquina recién como consecuencia de las "puebladas cutralquenses", hecho que marca un antes y un después para Neuquén. En segundo término, esto se produce cuando la provincia llega a su máxima producción petrolera y gasífera que le permite el ingreso de significativas regalías -más de un tercio del presupuesto provincial- y frente a la tardía crisis, opera sobre el estado permitiéndole continuar con la política distribucionista.