En esta obra, Erving Goffman, desarrolla un estudio sociológico de la vida cotidiana de las personas al interior de diferentes espacios sociales, caracterizados por su condición de «sistemas cerrados», aislados de la percepción ordinaria, tales como: un establecimiento, una planta industrial. Asimismo el estudio resulta ser un esquema referencial factible de ser aplicado al análisis de «cualquier establecimiento social concreto, ya sea familiar, industrial o comercial». Para lograr sus fines instrumenta un método de demostración y estudio cabalgando sobre la metáfora de la escena dramática teatral: «en el esce nario el actor se presenta, bajo la máscara de un personaje, ante los personajes proyectados por otros actores; el público constituye el tercer partícipe de la interacción, un partícipe fundamental, que sin embargo no estaría allí, si la representación escénica fuese real. En la vida real, estos tres partícipes se condensan en dos»