Descripción:
El hombre del Tercer Milenio ha sido condenado al miedo. Todo su mundo se ha tornado inestable, inseguro y plagado de amenazas que surgen de su propia vida cotidiana. Su aire, su agua, su alimento, sus semejantes son fuente de riesgos. El presente artículo se propone mostrar cómo la niñez es percibida hoy como amenazante y analizar aquellos dispositivos biopolíticos en juego para protegerse de ella.