El proceso de colonización en América Latina ha experimentado la presencia de un patrón ideológico colonial que mira a las sociedades de la región desde una perspectiva occidental impuesta como norma. En este sentido, la religión, con frecuencia, ha sido subvalorada u omitida, sobre todo en sus manifestaciones autóctonas, por pensadores europeos modernos e incluso latinoamericanos, con el argumento de que la religión nativa se basa en creencias irracionales impuestas autoritariamente en lugar de ofrecer argumentos, científicamente discutidos y empíricamente contrastados. Este pensamiento tan crítico de lo religioso y acrítico del colonialismo constituye, para la contemporaneidad, la herencia de un modelo de interpretación social en el que el aparato categorial y las perspectivas utilizadas poseen un sesgo colonialista y eurocéntrico.
The process of colonization of Latin America has experienced the presence of a colonial ideological pattern that looks at the regional societies from a perspective imposed as a norm. In this sense, religion has frequently been undervalued or omitted, especially in its indigenous manifestations, by modern european and even latinamerican thinkers. Arguing that native religion is based on irrational beliefs authoritatively imposed rather than offering critically discussed and empirically contracted arguments. This thought, so critical of the religious and uncritical of colonialism, constitutes for the contemporaneity the inheritance of a model of social interpretation in which the categorical apparatus and the perspectives used have a colonialist and Eurocentric bias.