Descripción:
La hegemonía estadounidense y el llamado occidente con el proclamado “orden basado en reglas”, se ha hecho disfuncional y su declive se pone de manifiesto en prácticamente todos los órdenes, incluyendo la capacidad del otrora hegemon global, EE.UU., de mantenerlo. La sucesión de crisis de la economía global y las guerras, que hicieran posible durante el siglo XX que los EE.UU. llegaran a ser la “primera potencia” mundial y permitieran que incluso, luego de la implosión de la URSS, fuera decretado “el fin de la historia” en el sentido de que la “democracia representativa” y el “liberalismo económico” estandartes del “orden” proclamado como único y que todos los países del mundo debían seguir, había triunfado definitivamente: la democracia liberal occidental se había impuesto como esencia absoluta del ser humano. Los hechos, testarudos, demostraron lo contrario y aunque se vislumbra ya la llegada de un nuevo orden, más democrático y equitativo, el viejo orden se defiende utilizando todos los medios, incluyendo la guerra.
En el presente trabajo se analiza la necesidad del surgimiento de un nuevo orden mundial que sustituya, por obsoleto y disfuncional, al actual.