Descripción:
La batalla estaba planteada. Fidel y Chávez, como estrategas militares, sabían bien que la lucha por impedir la concreción del Acuerdo para el Área de Libre Comercio de las Américas que hacía más de diez años pergeñaban los diplomáticos estadounidenses seguidos por sus falderos latinos, no se resolvía únicamente volteando una mesa de negociaciones y mucho menos en una votación. Sin embargo, el poder simbólico de los hechos tiene un valor fundamental en la política y en la historia.