Descripción:
"Recorrer los libros en las estanterías de una biblioteca en casa es como iniciar un viaje cuya travesía nunca termina, una aventura que puede ser recreada una y otra vez en cada vuelta de página. Sin embargo, ¿cómo seleccionarlos adecuadamente? ¿Cómo adquirir los que son útiles, con materiales adecuados y sin opiniones ponzoñosas? ¿Cómo entre tanta lectura no elegir aquellos imposible de leerlos por el carácter pequeño de la letra o lo excesivo de su precio? Entre 1910 y 1914, los lectores de publicaciones periódicas podían encontrar una respuesta a estas cuestiones ya que, los avisos publicitarios que vendían enciclopedias y compendios de historia universal, se mostraban como uno de esos lugares donde se facilitaba la construcción de nuevos campos de lectura y mercados culturales. De modo que, el objetivo de esta presentación es analizar una selección de avisos, que se encuentran en las páginas de Caras y Caretas, ofreciendo a la venta colecciones de libros para tratar vislumbrar como las transformaciones en los modos de circulación de lo escrito y de las prácticas de lectura intentaban resolver un nuevo problema: ¿qué leer?"