Viviana Tellas encuentra las condiciones de posibilidad del teatro en las prácticas sociales que se distinguen según códigos y leyes específicas. Selecciona fragmentos de vida de personas sin entrenamiento actoral y los reordena en un nuevo formato: la "obra-archivo". El "mínimo teatral" es la repetición de conductas y hábitos que organizan un relato, y se revela como tal al recontextualizarlo en un dispositivo escénico. Dichas operaciones son afines a las realizadas por Marcel Duchamp, quien a partir de sus ready-made redujo la acción artística a una intervención en lo ya-hecho. El carácter documental de la obra-archivo muestra el efecto -verdad de lo ya vivido como inscripción singular en un discurso que lo legitima pero también lo desposee.