Este artículo analiza La casa de los muertos (2002) de PhilippeMinyana, drama que acerca la escritura dramática y la poesía, como sucede en varias producciones de fines del siglo XX. La relación con la poesía verbal muestra un marco que restaura la oralidad a la palabra a travésde vislumbrar/audir ese margen casi irrecuperable del acontecimiento vivo. Su lectura/puesta en escena requiere un ritmo biológico de respiración, alguien que lo ritualice en gestos, palabras y movimientos y que abra la experiencia de pasional que el texto provoca.
This article analyses The house of the Dead(La casa de los muertos, Minyana, 2002), drama which brings dramatic writing and poetry together, as several productions at the end of the twentieth century do. The relationship with verbal poetry shows a framework that restores orality to the word by creating the opportunity to glimpse/hear that margin almost unrecoverable of the live event from everyday speech. Its reading/staging requires a biological rhythm of breathing, someone who ritualices it with gestures, words and movements and opens to the passional experience that the text causes.