RESUMEN : A inicios del año 2011 estuve a punto de ser víctima de un combo del nororiente de Medellín cuando me querían cobrar, por error de una llamada telefónica que hice, una alta suma de dinero y el pago de un vehículo que fue confiscado por la Policía en un operativo por hurto. En esa época estuve en el “momento y el lugar equivocados”. Gracias a mi trabajo como comunicador social-periodista y a relaciones establecidas en el año 1999 con líderes de los procesos de paz y reconciliación de Medellín, pude salir ileso y sin pagar un céntimo por aquel intento de extorsión. Al final del mismo año, cuando presenté las diferentes pruebas para aspirar a la Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, tenía la intención de aprovechar las historias y la experiencia ganada al trabajar con los líderes de combos del área metropolitana en los procesos de paz que se realizaron en diferentes barrios de Medellín entre 1999 y 2001. A pesar de que mi iniciativa fue mostrar y develar cómo se cometían diferentes delitos como el secuestro, la estafa y la extorsión, el camino académico y la asesoría del profesor William Fredy Pérez Toro me mostraron que el tema no podía ser tan amplio para desarrollar un trabajo investigativo que sirviera para aspirar al título de magíster; de ahí que con base en las recomendaciones del profesor Pérez —y por la experiencia narrada al principio de este texto— me enfoqué en el delito de la extorsión.