Descripción:
RESUMEN: Michel Foucault (1926-1984) al describir su modelo biopolítico del poder identificó la administración de la vida de individuos y poblaciones como un fenómeno propio de la modernidad. Sin embargo, para el filósofo italiano Giorgio Agamben (1942- ) este hecho es la esencia misma de la política en occidente. En su obra Homo sacer Agamben intentará demostrar como la exclusión de la vida biológica o desnuda (zôé) al interior de la vida política (bíos), en la cual se funda la política occidental, es realmente una exclusión/inclusiva.
Así, la soberanía, que posee la estructura de la excepción, incluye a la vida en el orden político y jurídico por medio de su exclusión. Lo que se evidencia con este razonamiento es que, contrario a lo expuesto por Foucault, la biopolítica se ha encontrado desde siempre en el centro del poder soberano. Según Agamben la política occidental es, en esencia, biopolítica que, permanentemente, se está delimitando sobre la base de la inclusión-exclusiva de la nuda vida de individuos y poblaciones que trae consigo la figura del homo sacer (muerto viviente hombre sagrado). Agamben intentará demostrar este hecho centrándose en un análisis histórico-filosófico que le permite elucidar, la que a su juicio, es la estructura oculta de la soberanía. En este sentido, los hechos acaecidos en los campos de concentración durante el curso de la Segunda Guerra Mundial, no constituyen una aberración irrepetible, sino que, en la actualidad, se repiten en múltiples formas e intensidades. Esto implica pensar que la política actual denota una cierta relación entre totalitarismo y democracia en cuanto a sus prácticas de administración y gestión sobre la vida de individuos y poblaciones, aún cuando desde sus raíces filosóficas y
conformación institucional, democracia y totalitarismo obtengan su fundamento de imaginarios politicos contrapuestos.