Descripción:
Desde el siglo V (en la obra de Sócrates y Platón y de los grandes trágicos y comediógrafos áticos que han llegado hasta nosotros), y por lo menos hasta el siglo IV (en la obra de Aristóteles), hay una característica del discurso sobre la política: el reclamo de su carácter ético y de sus imperativos morales, como garantía de la felicidad de la polis y de los ciudadanos, con un referente claro en la religión tradicional que se remontaba a la estructura tribal de la Grecia arcaica. Ese reclamo es el producto de una época de crisis de la democracia ateniense y de la religiosidad del pueblo griego, que confluye en la época llamada el siglo de Pericles. Época que, en el terreno filosófico, es la del conflicto entre Sócrates y Platón, por un lado, y los sofistas por otro. En este trabajo veremos estos dos aspectos. Ellos son pertinentes porque es en la época y en medio del debate señalados, tan directamente relacionados con el problema de la obligación política, cuando Sófocles escribe y representa Antígona.