No es desconocido para nadie la serie de críticas formuladas a la psicología desde el momento en que buscó diferenciarse de su “madre” la filosofía y acceder al campo de la ciencia. Inicialmente se apoyó en el modelo positivo de las ciencias de finales del siglo XIX y no sin dificultad logró construir su identidad y especificidad teórica. Sabemos por su historia el apoyo en la fisiología, de la cual se separó para optar por la investigación en el laboratorio sobre la consciencia, configurándose así en una ciencia básica alejada de la realidad social.