Nos hemos apoyado principalmentete en la obra de Darcy Ribeiro y en la de Andrés Medina' para continuar, en la medida de nuestras posibilidades, con la elaboración de una perspectiva latinoamericanista en antropología. Pero, en realidad el primer impulso para la utilización de un enfoque latinoamericanista, aunque no necesariamente antropológico, nos viene de José Martí. En primer lugar, porque es él quien, desde finales del siglo pasado, en su extraordinario ensayo Nuestra América, nos convoca a construir, desde nosotros y para nosotros, un saber que permita a nuestros pueblos conocer mejor aquellos aspectos que han sido ocultados por las versiones eurocéntricas de nuestra historia y por las explicaciones pseudocientíficas de nuestra condición de pueblos atrasados y semibárbaros. Son bien conocidos por nosotros los latinoamericanos