El cielo presagiaba lluvia y llegué a pensar que me encontraría con cientos de ellas, las hormigas negras que Cortázar inmortalizara en su cuento Los venenos (1982). Un relato que transcurre en Banfield donde el autor de Rayuela vivió de los cuatro a los diecisiete años y, donde experimentó sus primeros amores y sus primeras decepciones, esas que tronchan la inocencia: “Conocíamos bien las hormigas de Banfield, las hormigas negras que se van comiendo todo, hacen los hormigueros en la tierra, en los zócalos, o en ese pedazo misterioso donde una casa se hunde en el suelo” (Cortázar, 1982: p).
The sky foreshadowed rain and I came to think that I would meet hundreds of them, the black ants that Cortázar immortalized in his story Los vennos (1982). A story that takes place in Banfield where the author of Hopscotch lived from the age of four to seventeen and, where he experienced his first love affairs and his first disappointments, those that destroy innocence: “We knew well the ants of Banfield, the black ants that they eat everything, they build the anthills on the ground, in the baseboards, or in that mysterious piece where a house sinks into the ground ”(Cortázar, 1982: p)