Aunque el tema de la historia de los movimientos sociales no había desaparecido del todo, ciertamente ha estado bastante abandonado en la historiografía nacional desde hace unos diez o doce años. Entre finales de la década de 1970 y hasta inicios de la de 1990, esta fue una de las áreas de desarrollo de la nueva historiografía que, con la historia económica y demográfica, se fue abriendo campo. Los contextos nacional y centroamericano e iberoamericano favorecían y motivaban, en un estado de efervescencia social y política, el estudio de movimientos obreros, campesinos y sindicales.
Aunque el tema de la historia de los movimientos sociales no había desaparecido del todo, ciertamente ha estado bastante abandonado en la historiografía nacional desde hace unos diez o doce años. Entre finales de la década de 1970 y hasta inicios de la de 1990, esta fue una de las áreas de desarrollo de la nueva historiografía que, con la historia económica y demográfica, se fue abriendo campo. Los contextos nacional y centroamericano e iberoamericano favorecían y motivaban, en un estado de efervescencia social y política, el estudio de movimientos obreros, campesinos y sindicales.
Aunque el tema de la historia de los movimientos sociales no había desaparecido del todo, ciertamente ha estado bastante abandonado en la historiografía nacional desde hace unos diez o doce años. Entre finales de la década de 1970 y hasta inicios de la de 1990, esta fue una de las áreas de desarrollo de la nueva historiografía que, con la historia económica y demográfica, se fue abriendo campo. Los contextos nacional y centroamericano e iberoamericano favorecían y motivaban, en un estado de efervescencia social y política, el estudio de movimientos obreros, campesinos y sindicales.