Descripción:
Este artículo fue publicado originalmente en el libro Los mundos de abajo y los mundos de arriba. Individuo y sociedad en las tierras bajas, en los Andes y más allá. Tomo de homenaje a Gerhard Baer en su 70 cumpleaños, editado por María Susana Cipolletti, pp. 313-356, Editorial Abya-Yala, Quito, 2004.Pactando con el enemigo: la doble frontera de Buenos Aires con las tribus hostiles en el período colCon el objeto de evitar que los indígenas incursionaran en las estancias que rodeaban a la ciudad de Buenos Aires, el gobierno colonial intentó varias estrategias: mantener una “tierra de nadie”, o zona de amortiguación, entre el río Salado y las sierras del Tandil; concentrar a los aborígenes en reducciones; hacer alianzas con ciertos caciques o confederaciones tribales, que bien podían elegir libremente su localización o debían formar una barrera a lo largo de las sierras del Tandil; y materializar con fuertes una línea militar a lo largo del río Salado. En tanto esta última solución persistió durante muchos años, las anteriores fueron meramente oportunistas y no la expresión de planes a largo plazo. Se discuten varios obstáculos que se oponían a la ocupación hispano-criolla de las pampas, un proceso que tomó más de tres siglos.