Descripción:
En la llamada Banda Oriental del Río Uruguay, a lo largo del siglo XVIII y primer tercio del siglo XIX se procede, mediante diferentes estrategias, planificadas o no, a la incorporación de indígenas a los distintos centros urbanos de la región. Dentro de los contingentes incorporados, se pueden distinguir, por un lado los renuentes poblacionales “bárbaros”, capturados durante los enfrentamientos bélicos, a través de las frecuentes campañas de “pacificación” o exterminio. Por otro, la población indígena evadida de los frentes reduccionales, ya incorporada a la doctrina cristiana, presentes en el medio. Dentro de la primera situación se configuran situaciones de particular violencia, al someterse a grupos nómades, los que del “desierto” pasaban a vivir en los centros urbanos, donde desmembrados de su núcleo familiar y étnico, eran integrados al personal de servicio, compartiendo con la población negra, roles muy similares. Se genera así un particular modo de “esclavitud” que involucró principalmente a mujeres y niños. En el segundo caso, se dan situaciones distintas, aunque no exentas de discriminación y violencia, donde generalmente el indígena optó por el ocultamiento de su condición. Nos proponemos profundizar en el primero de los procesos a efectos de analizar la compleja trama social implícita y sus consecuencias.