Este trabajo aborda las distintas estrategias a través de las cuales esta gran revista logró no sólo establecer una extraordinaria red de lectores y colaboradores, sino incluso pensarla y organizarla. La especialista subraya la titánica tarea editorial de García Monge, cuyo valor se destaca aún más a la luz de la “soledad de su práctica”. Pone de relieve también el modo en que se fueron abriendo y reforzando las distintas filiales y sistemas de corresponsalía de la revista, convertida en una plataforma que no sólo sirvió para divulgar la obra de distintos autores, sino también para propiciar su recíproco conocimiento.
Capítulos