The following work proposes to problematize the configuration of post-autonomous aesthetics and at the same time contribute to discuss the implications of the supposed autonomy of artistic practices. Indeed, cultural practices show a fundamental ambivalence, that is, a kind of oscillation that requires considering them as inserts in the formations of power of capitalism, but inscribing a heterogeneous sensitivity opposite to its logic (Ranciére, 2011, Guattari, 1995) .In the last decade, cultural analysis has begun to consider contemporary aesthetic formations in terms of post-autonomy, that is, the constitution of a culture of the arts that differs from aesthetic modernity (Laddaga, 2006). The aforementioned approach finds its foundation in the postulates of Josefina Ludmer that supposes the consummation of aesthetic modernity, or mutation of the culture of the arts (Laddaga, 2006), inaugurated by the regime of autonomy where the practices were thought in its logic internal, with the respective legitimation institutions that established their value. However, our interest is to discuss this perspective considering the political problem of contemporary art and transfers in the autonomy / heteronomy axis from the analysis of the heterogeneous objects manufactured by the artist Lu Martínez.El siguiente trabajo se propone problematizar la configuración de estéticas post-autónomas y a la vez contribuir a debatir las implicancias de la supuesta autonomía de las prácticas artísticas. En verdad, las prácticas culturales muestran una ambivalencia fundamental, esto es, una especie de oscilación que requiere considerarlas en tanto insertas en las formaciones de poder del capitalismo, pero inscribiendo una sensibilidad heterogénea opuesta a su lógica (Ranciére, 2011, Guattari, 1995). En la última década el análisis cultural ha comenzado a considerar las formaciones estéticas contemporáneas en términos de post-autonomía, es decir, la constitución de una cultura de las artes que difiere de la modernidad estética (Laddaga, 2006). El referido planteo encuentra su fundamento en los postulados de Josefina Ludmer que supone la consumación de la modernidad estética, o mutación de la cultura de las artes (Laddaga, 2006), inaugurada por el régimen de la autonomía donde las prácticas eran pensadas en su lógica interna, con las respectivas instituciones de legitimación que establecían su valor. Sin embargo, nuestro interés es discutir tal perspectiva considerando el problema político del arte contemporáneo y los trasvases en el eje autonomía/ heteronomía a partir del análisis de los objetos heterogéneos que fabrica la artista cordobesa Lu Martínez.