"Al adoptar la vía obligatoria, el Congreso se ha colocado deliberadamente enun curso de acción que lo conduce sin escapatoria a la reconstrucción jurídica ypolítica del Estado. En una estimación prudente, si los puntos fundamentales de laagenda fuesen desahogados, terminarían modificándose más de sesenta artículos dela Constitución. Ello haría indispensable culminar la obra en un segundo ejercicio de carácterintegral. No nos escapa el hecho de que una tarea de tal envergadura exige lageneración de mayorías políticas proclives al cambio y el concurso de una intensamovilización social. Todo ello debiera concurrir a una digna celebración del bicentenariode nuestra Independencia y del primer centenario de la Revolución Mexicana."